Para nuestra lista de deseos añadiría: seguir obteniendo placer con nuestro trabajo en todas sus facetas.

Seguir asombrándonos de conocer personas increíbles, singulares, creativas, alegres, honestas, cariñosas, responsables, serias, emprendedoras… Seguir creyendo en los retos de nuevos proyectos. Seguir disfrutando al realizar las tareas de mantenimiento de la finca. Seguir hablando con las plantas y cuidándolas con amor. Seguir obteniendo esos momentos del placer al pasear y contemplar la naturaleza. Seguir compartiendo la ilusión de quien organiza un evento o actividad. Seguir sintiendo sensación de control cuando las tareas administrativas están al día. Seguir sintiendo inquietud antes de iniciar una actividad. Seguir preocupándonos por si algo puede fallar. Seguir temiendo no alcanzar las expectativas de quien acude a Son Vic Vell. Seguir buscando nuevas maneras de sorprender positivamente al visitante.

Tal vez alguno pensará, y ganar dinero también, pues trabajamos para ello.

En un curso de finanzas aprendí que para que una empresa funcione, no se debe perseguir tan solo el beneficio, eso no suele funcionar. Para que una empresa funcione hay que perseguir hacer bien lo que se haga. Y si se consigue, el beneficio será un residuo, pero no el objetivo.

Y además, la satisfacción que se obtiene al hacer las cosas bien, actúa como trampolín para vivir momentos de paz y bienestar.